Un Presente Precioso

Si bien no puedo dar el crédito adecuado al autor de las palabras que siguen, puedo expresar gratitud por los sabios consejos que ofrecen. Si por casualidad has escuchado estas palabras antes, escucharlas nuevamente sólo reforzará su impacto. Dichas palabras son las siguientes:

Imagine que hay un banco que acredita en su cuenta, cada mañana, $86,400. No arrastra ningún saldo del día de hoy. Cada noche se elimina cualquier parte del saldo que no hayas utilizado ese día.

¿Qué harías tú? Por supuesto, retirar cada centavo cada día. Cada uno de nosotros tiene un banco así. Su nombre es TIEMPO.

Cada mañana, te acredita con 86,400 segundos. Todas las noches cancela, como perdida, los segundos que no hayas podido invertir con buenos propósitos. No arrastra ningún saldo. Cada día se abre una nueva cuenta para ti. Los depósitos no utilizados no se pueden ahorrar para otro día. Debes vivir en el presente, utilizando los depósitos de ese día.

El reloj está avanzando. Aprovecha al máximo el día de hoy.

Estas palabras nos recuerdan lo que debería ser obvio pero que a menudo se pasa por alto. Necesitamos vivir cada día que Dios nos ha dado de forma plena y fielmente, atesorar cada momento que se nos da, y nunca olvidar que el mañana no está garantizado.

Así que, amigos míos, aprovechen el día de hoy al máximo.

Oremos: Dios de abundancia, qué fácil es para nosotros dar por sentado tu regalo más misericordioso de todos. Simplemente asumimos que habrá otro momento para hacer lo que hay que hacer. Que seamos incansables en nuestros esfuerzos por utilizar este día y cada nuevo día de manara que hagamos real tu amor en Cristo para los demás. En el nombre de nuestro Señor, oramos. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!