Tiempo de Silencio

Tiempo de Silencio

El mensaje de hoy fue escrito por la pastora invitada Rev. Tasha Blackburn.

Cuando Juan el Bautista comenzó a predicar, él se describió a sí mismo como “una voz que grita en el desierto.” Lo que suena a desesperación. Así es como usamos la frase ahora. Decimos ese tipo de cosas cuando pensamos que nadie escuchará cuando pensamos que nada cambiará: ¡Soy una voz que grita en el desierto! Al recordar cómo se presentó a Juan, solo nos sentimos aún más desesperados. Aquí está la presentación: “En el año 15 del reinado del Emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato era gobernador, y Herodes era gobernante, y su hermano Felipe también gobernaba, durante el sacerdocio de Anás y Caifás, la palabra de Dios vino a Juan.” 

Se enumeran todos estos gobernantes poderosos, representantes de un imperio de opresión, y, en la oposición hacia ellos está Juan. Sólo Juan, completamente solo: desesperación. Excepto por dos cosas. Primero, se nos dice que la Palabra del Señor vino a Juan. No llego a Pilato ni a Tiberio, ni a ninguno de los poderes fácticos. El Señor eligió enviar su palabra a Juan, esta persona ordinaria e impotente.

La segunda razón por la que no es desesperación: El hecho de que la Palabra del Señor vino en absoluto. La última vez que se dio la palabra de Dios fue al profeta Malaquías. Eso fue 500 años antes. 500 años la gente había esperado y preguntado e incluso perdido la esperanza. Eran voces que clamaban en el desierto. Pero luego vino Juan, el Juan común y corriente. El Señor le envió su palabra para demostrar que no se había olvidado de su pueblo. Esa voz que clama en el desierto es un mensaje de esperanza y una promesa cumplida: que Dios cumple su palabra y sigue enviando su palabra.

No sé tú, pero parece que Dios ha estado bastante callado últimamente. Incluso podemos preguntarnos si ha dejado de hablarnos para siempre. Yo espero que hoy algo que podría ser desesperación pueda convertirse en esperanza. Porque Dios nunca se da por vencido con nosotros. Él puede estar callado por un tiempo, pero siempre está ahí y volverá a obrar a través de su pueblo. Y una y otra vez.

Oremos: Dios Todopoderoso, podemos sentirnos tan solos. Podemos sentirnos separados de los demás e incluso de ti. Háblanos de nuevo; habla a través de nosotros. Envíanos tu palabra que es más poderosa que todos los demás poderes. En tu nombre oramos. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Tasha Blackburn

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