Oración Enfocada

Oración Enfocada

Hay un pasaje bíblico, al principio del Evangelio de Marcos, en el que la suegra de Simón tiene fiebre. Jesús la toma de la mano y la levanta, y ella queda sanada. Y de repente, así de rápido, Marcos nos dice que todo el pueblo estaba a su puerta – los enfermos, los heridos, los poseídos. Y puedes imaginar a Jesús yendo de persona en persona. La necesidad abrumadora. La desesperación abrumadora: ¿Puedes sanar a mi hija? Mi marido ha estado sufriendo…Mi hijo…

Al leer esto quizás te preguntes ¿Cómo puede Jesús seguir adelante? La necesidad es interminable. Pero luego, Marcos nos da un vistazo: “Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.”

Quiero ser práctico aquí por sólo un minuto. La oración en teoría es una cosa. Orar por desesperación es una cosa. Pero la pregunta es: ¿Cómo puedes hacer que la oración sea una fuerza guía/formadora en tu vida?

Sabes, generalmente pensamos en la oración como una conversación, y a menudo, una conversación bastante unilateral. Y muchas veces para mí, se convierte en una letanía: Dios, necesito ayuda. Necesito eso, necesito aquello. Jim necesita sanación…

Y la oración es eso. Pero no es sólo eso. La oración es también comunión, es decir, simplemente sentarse en la presencia de Dios, ser consciente de la presencia de Dios, dándole atención. Es un tipo de ofrenda que nos lleva a una experiencia directa de algo más grande que nosotros mismos.

Si nuca antes has intentado este tipo de oración, te invito a que lo intentes esta semana. Encuentra un lugar tranquilo donde puedas dedicar todo tu tiempo y atención a Cristo. Cierra los ojos y respira profundamente un par de veces. Poco a poco toma conciencia de la presencia de Dios a tu alrededor y en ti. Concéntrate en tu respiración y en el Espíritu sanador y vivificante de Dios que nos rodea. Cuando tu mente divague, suelta suavemente los pensamientos, ofrécelos a Dios y vuelve a esa respiración. Alternativamente, puedes concentrarte en un breve pasaje de las sagradas escrituras, y cuando tu mente divague, regresa a las sagradas escrituras. Puede que hagas esto 1000 veces y está bien. Confía en que Dios está contigo en este momento. Tal vez configure un cronómetro por dos minutos…avanzando hasta cinco minutos…luego tal vez hasta 20 minutos. 

Marjory Thompson dijo: “Cuando nosotros…simplemente nos quedamos en silencio ante Dios, el Espíritu es libre de obrar sus misterios curativos en nosotros: liberándonos de las ataduras, energizando nuevos patrones de vida, restaurando nuestra alma…”

Oremos: Dios misericordioso, queremos ser el tipo de personas que son enfocadas, no ansiosas y esperanzadas. Queremos estar en paz con nosotros mismos y en paz con los demás. Ayúdanos a dedicar tiempo a ti. Encuéntrate con nosotros en esta ofrenda esta semana; a través de Cristo, nuestro Salvador. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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