Enfrentando a los Dinosaurios de la Vida

El pastor Metodista Wes Seeliger, una vez contó sobre la decoración de Navidad en su propia casa. Su familia estaba instalando un pesebre navideño y todos estaban ayudando, colocando a los pequeños animalitos, a María a José y a los pastores. En un momento dado, Scott, su hijo de cinco años, sacó un Tyrannosaurus Rex y lo puso en el medio del pesebre – mirando a María, a José y al bebé Jesús. ¡El dinosaurio parecía amenazante!

Seeliger dijo: “Estuve tentado de decirle a Scott, “Mira, ese dinosaurio está desactualizado…No estuvo presente durante el tiempo de Cristo.” También estuvo tentado de decirle que no se veía bien en el pesebre; no era bueno para las cualidades decorativas de todo lo que se instalaba. Luego dijo: “Me sorprendí porque me di cuenta de que, en esencia, había captado la verdad de la Navidad. Porque la Navidad vino a ayudarnos a enfrentar a los dinosaurios que la vida nos presenta, esos amenazantes terrores que parecen ser tan fuertes, tan poderosos. La Navidad vino a derrotarlos.”

No sé qué “dinosaurios” puedas estar enfrentando en tu propia vida: Sufrimiento por la pérdida de un ser querido, heridas de amor por una relación rota, estrés por las finanzas o el trabajo o la vida familiar. Lo que sí sé es que Navidad significa la venida de Emmanuel. Significa que Dios viene a nuestro lado y camina con nosotros. Y la Navidad significa que las heridas de amor y las luchas de la vida no llegan a tener la última palabra. Dios es quien tiene la última palabra.

Oremos: Dios Amoroso y Misericordioso, te agradecemos por el advenimiento de Cristo y por la promesa de que en verdad estás con nosotros. Te agradecemos por tu fuerza y valor que nos empoderan para enfrentar a los “dinosaurios” de la vida. Mantente cerca de nosotros mientras continuamos nuestro viaje a través de esta temporada Santa hacia un nuevo año. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!