Brillando en la Oscuridad

Brillando en la Oscuridad

Quizás recuerdes que la historia de Navidad comienza en la oscuridad. Cuando Jesús nació en Belén, él nació en un país ocupado por el Imperio Romano y su pueblo, el pueblo Judío, fue despreciado. La oscuridad de la desesperación y la resignación era un gran peso en el corazón de muchas personas.

En esta víspera de la Navidad, mientras continúan las guerras, mientras la pobreza y el hambre afectan a demasiados, y mientras la soledad y el vacío devoran las almas de los demás – Es obvio que nosotros también, vivimos en un mundo donde la oscuridad es demasiado real como para negarlo. La verdad es que, de una forma u otra, en un momento u otro, esta oscuridad ha tocado la vida de cada uno de nosotros.

Sin embargo, esta misma historia Navideña también afirma que incluso en medio de la oscuridad – hay otra realidad. El profeta Isaías escribió: “El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz.” En su Evangelio, Juan lo expresa de la siguiente manera: Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.

Yo he visto esta luz. Quizás tú también lo hayas visto. Lo he visto en un amigo que ha estado recuperándose de la adicción al alcohol durante 16 años este mes y que me ha dicho, una y otra vez, solo por la gracia de Dios. Lo vi en la fe de una mujer que visité, no hace mucho, que estaba bajo cuidados paliativos. Mientras nos tomamos de la mano para orar, yo sentí su fuerza interior y su paz. Ella estaba confiada en que la muerte no tendría la última palabra. Lo vi hace dos domingos, cuando nuestro grupo de jóvenes salieron a comprar regalos de Navidad para los niños de nuestra comunidad que, de otro modo, no tendrían mucha Navidad. Lo he visto en quienes trabajan por la paz; los que alimentan al hambriento y en muchos de ustedes…

En esta Nochebuena, que sepas en lo más profundo de tu ser que incluso en las noches más oscuras; cuando nada más es seguro, cuando todo parece desmoronarse, todavía hay una luz – una luz que ninguna oscuridad puede vencer.

Oremos: Te damos gracias, Oh Dios, por el regalo de tu Hijo Jesús que es la luz del mundo. Que dicha luz brille en nuestras vidas y a través de nuestras vidas; porque es en su nombre que oramos. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

 

Daily Message Author: Joe Albright

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