Abran Paso a lo Nuevo

Tal vez recuerdes la tira cómica de Peanuts, en donde Lucy y Charlie Brown practican fútbol americano. Cada vez que Lucy sostenía el balón para Charlie, él se acercaba para patear con todas sus fuerzas y, en el último segundo, Lucy recogía el balón y Charlie caía de espaldas.

Había una tira que se comienza con Lucy sosteniendo el balón, pero Charlie Brown no la patea. Lucy le rogó que lo pateara. Pero Charlie Brown dijo: “Cada vez que trato de patear el balón tú lo mueves y me caigo de espaldas.” Estaban en una estira y encoje durante mucho tiempo y, finalmente, Lucy rompió en llanto y admitió: “Charlie Brown, yo he sido tan terrible contigo a lo largo de los años, recogiendo el balón de la forma en que lo he hecho. He implementado tantos trucos crueles contigo, ¡pero he visto el error de mi forma de actuar! Me he equivocado, muy equivocada. ¿No le darás otra oportunidad a una pobre muchacha penitente?”

Charlie Brown se sintió conmovido por sus muestras de dolor y le respondió: “Por supuesto, te daré otra oportunidad.” Tomó impulso, a medida que ella sostenía el balón, y corrió. En el último momento, Lucy recogió la pelota y Charlie Brown cayó de espaldas. Las últimas palabras de Lucy fueron: “¡Reconocer tus fallas y cambiar realmente tus maneras son dos cosas diferentes, Charlie Brown!”

Es verdad, ¿no es así? Reconocer nuestro deseo de que las cosas sean diferentes y, de hecho, hacer algo al respecto son dos cosas diferentes. En los Evangelios, Jesús nos llama continuamente a dejar ir las cosas, dar la vuelta, renunciar, arrepentirse y dejar atrás los viejos modos. Pero, él promete a cambio, relaciones restauradas, gozo más profundo y una nueva vida.

¿hay cosas en tu vida que necesitas cambiar o dejar de lado para dar paso a la sanación o renovación? ¿Hay cosas en tu vida que necesitas cambiar o dejar de lado para dejar espacio para que Dios haga algo nuevo? ¿Hay pasos concretos que puedas tomar hoy?

En el libro de Hebreos, capítulo 12, leemos: “…despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús…”

El Apóstol Pablo escribió: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)

Oremos usando parte del Salmo 51: Crea en nosotros un corazón limpio, Oh Dios, y renueva un espíritu firme dentro de nosotros. No permitas que nos alejemos de tu presencia. No quites tu Espíritu Santo de nosotros. Restaura la alegría de tu salvación y concédenos un espíritu dispuesto que nos sostenga. A través de Jesucristo, nuestro Sustentador y Redentor. Amén.

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