Superando los Obstáculos

Sin importar lo arduo con lo que lo intentaba la anciana, en silla de ruedas y residente de un asilo privado, no podía superar el leve umbral de la puerta de entrada de la habitación a la que deseaba entrar. Al ver su dilema, rápidamente me dirigí a asistirla. Un leve empujón fue todo lo que se requería para que superara el obstáculo.

Obstáculos grandes o pequeños, físicos o de otro tipo, vendrán a todos nosotros. Nadie, ni uno de nosotros es inmune a los desafiantes obstáculos de la vida. Lo que puede parecer insignificante para unos puede ser casi imposible para otros. Tenga la seguridad de que habrá momentos en que todos necesitaremos un suave empujón para ayudarnos a superar lo que sea que este bloqueando nuestro camino hacia adelante. 

Ese empujón tan necesario puede llegar a nosotros como una mano de ayuda, una palabra de aliento, un recuerdo reflexivo, una sonrisa edificante, una nota o llamada de apreciación, un desafío necesario, una expresión de simpatía. 

Dios nos llama a todos a estar presentes el uno al otro, a estar allí cuando sea necesario.

La alegría de ayudar a otros superar el obstáculo que los está confrontando, puede ser tan nutritiva como la comida más deliciosa. Abre tu corazón y manos a alguien que te necesita en este día. Ayúdalos a superar el obstáculo. Sé la bendición para la que Dios te creó.

Oremos: Los necesitados están a nuestro alrededor, Señor. Están en hogares de ancianos y en los asientos de las iglesias. Están en las esquinas de las calles, en los centros comerciales y en los lugares de trabajo. Pude ser que sean nuestros vecinos de al lado o que vivan en nuestros propios hogares. Utilízanos como canales de tu cariñoso amor para hacer la diferencia, para estar allí cuando sea necesario, para ayudar a otra persona superar el obstáculo. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!